La lengua gallega

Territorio en el que se habla

Galicia tiene más de 2.800.000 habitantes. El territorio geográfico de la lengua gallega está delimitado por la Comunidad Autónoma gallega y las áreas más occidentales de Asturias, León y Zamora, además de tres pequeños lugares de Extremadura. La distribución del gallego es geográficamente bastante homogénea, sin que existan áreas territoriales en las que no se constate su uso.

Además de eso, y por las circunstancias históricas de la emigración de la población por todo el mundo, existen áreas con amplia presencia de comunidades gallegas que conservaron su lengua como vehículo comunicativo, no sólo en el ámbito privado, sino también en el público, a través de publicaciones periódicas, literarias o incluso en la comunicación radiofónica de los países de acogida. Persisten amplias comunidades de hablantes en ciudades como Barcelona, Zúrich, Montevideo o Buenos Aires.

Estatus legal

El Estatuto de Autonomía de Galicia, aprobado en 1981, reconoce al gallego como lengua propia de Galicia y cooficial de la comunidad, que "todos tienen el derecho de conocerla y usarla", y al mismo tiempo responsabiliza a los poderes públicos de la normalización del gallego en todos los ámbitos. La Ley de normalización lingüística, aprobada por unanimidad el 15 de junio de 1983 en el Parlamento de Galicia, garantiza y regula los derechos lingüísticos de los ciudadanos, especialmente los referidos a los ámbitos de la Administración, la educación y los medios de comunicación.

Tras la promulgación de la ley se aprobaron diferentes órdenes y decretos, que complementan el marco legal y aseguran la recuperación del gallego en la Administración local, judicial y militar. Este marco legislativo ofrece la posibilidad de comunicarse en lengua gallega con las diferentes administraciones que actúan en Galicia y reconoce los topónimos gallegos como las únicas formas oficiales. Además, en virtud de la Ley de normalización lingüística, la Administración local y la autonómica están obligadas a escribir todos sus documentos oficiales en gallego; está establecida la presencia del gallego en todo el sistema educativo y se garantiza la promoción lingüística en los países con comunidades gallegas emigrantes y en las áreas limítrofes con Galicia en las que se habla el gallego.

Durante los más de veinte años de aplicación de la Ley de normalización lingüística se han producido avances decisivos en el proceso de normalización de la lengua. El conocimiento del gallego es un requisito para el acceso a un puesto de trabajo en la Administración pública, según se establece en la Ley de función pública; igualmente, se ha mejorado su estatus con la aprobación, en 1997, de la Ley de régimen local y de otras leyes sobre los derechos lingüísticos de los consumidores, el etiquetado de productos, etc., si bien su igualdad jurídica con el castellano todavía no es plena.

Origen e historia

La lengua gallega -galego- pertenece a la familia de las lenguas románicas -como el francés o el catalán- y es el resultado de la evolución del latín introducido por los romanos en el noroeste de la Península Ibérica. Desde el siglo IX la lengua hablada en esta área era tan diferente que podemos considerar la existencia de dos lenguas: el latín y el gallego. El documento literario más antiguo que conocemos actualmente es la cantiga satírica "Ora faz ost'o senhor de Navarra", escrita a finales del siglo XII por Joam Soares de Pavia. Éste fue el período más brillante de la literatura gallega. El gallego llegó a ser la lengua de la poesía lírica en toda la península. Se habla de poesía lírica gallego-portuguesa, porque hasta mediados del siglo XIV formaron un mismo tronco lingüístico.

A fines del medioevo, la lengua y la literatura gallegas entraron en un período de decadencia provocado fundamentalmente por un contexto sociopolítico dominado por una clase mandataria foránea y ajena a los intereses culturales e identitarios de Galicia. A pesar de la pervivencia de la lengua en el ámbito de lo privado y de los contextos de comunicación informal, el gallego estuvo ausente de los usos escritos durante un largo período de tres siglos -XVI, XVII y XVIII- llamados Séculos Escuros (Siglos Oscuros).

En el siglo XVIII hubo voces que, influenciadas por los ideales ilustrados, mostraron su preocupación por el subdesarrollo del gallego y ofrecieron nuevas aportaciones en los ámbitos económico, social y cultural.

Rexurdimento (Resurgimiento) es el nombre de nuestro movimiento de renovación cultural, que tuvo lugar a lo largo del siglo XIX. Cantares Gallegos, la primera obra escrita íntegramente en lengua gallega, publicada en 1863 por Rosalía de Castro, inauguró el Rexurdimento pleno. La primera gramática y diccionario gallegos, esenciales para su estandarización, aparecieron también en el siglo XIX.

La consolidación del gallego no tuvo lugar hasta el siglo XX. La recuperación del gallego como lengua histórica, cultural y literaria se confirmó hacia finales del siglo XX, con la consecución de su estatus de lengua oficial junto al el castellano en Galicia, la fijación de una norma ortográfica y morfológica, su introducción en el ámbito escolar, etc. Es la lengua de los medios de comunicación públicos de Galicia y actualmente tiene presencia cotidiana en los espacios comerciales y de ocio. Sin embargo, en la actualidad afronta también dificultades, fundamentalmente en el ámbito empresarial e incluso en los contextos familiares de las principales urbes gallegas, en las que está aumentando la presencia del castellano como lengua principal de los hogares.